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Así arrancaba mi blog Una habitación propia-Eva Muñoz el 14 de septiembre de 2012.

Este blog

… se llama como uno de mis libros favoritos. Su autora fue Virginia Woolf. Es un libro inteligentísimo y radical, bellamente escrito. Un brevísimo pero certero estudio acerca de la literatura femenina. ¿Qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Independencia económica y personal, es decir, una habitación propia. Esta será mi habitación propia. Ahora sólo me faltan las quinientas libras al año, actualizadas por la inflación. Si alguien se anima, puede escribirme a mi dirección de correo electrónico y le proporcionaré un número de cuenta.
Podría haberle dado también a este blog algún nombre generacional. Generación X, Y o Z. Pero al menos las dos primeras letras ya nombran a otros blogs o libros. La tercera opción no me gusta. Nací en los setenta. Pertenezco a una generación que llega a la edad de procreación (de lo que sea) con unas expectativas materiales, políticas y espirituales, peores o más inciertas que las de sus padres. Tiempos líquidos, incluso gaseosos. Pero tenemos ventanas. Y redes. La creatividad sin duda ahora está aquí. Y también las quinientas libras. Así es que aquí he decidido mudarme. Bienvenidos.

Yo

… nací en Hospitalet de Llobregat y allí viví hasta los veintiséis años, salvo un año intermedio que pasé en Estados Unidos, en una desolada ciudad del estado de Nueva York de nombre Elmira. Desde entonces vivo en Barcelona, porque es una ciudad más grande, más bonita y con más cosas que hacer, si el creciente monocultivo del turismo no lo impide. Me licencié en Economía, pero nunca he ejercido. Cuando entendí lo que significaba el materialismo histórico, yo ya había dejado de serlo y me interesaban más otras aproximaciones a la vida de las personas, menos excluyentes, aunque yo nunca he excluido esa aproximación.
Me interesaban el cine, la literatura, el arte. Y quería dedicarme a ello. Como no estaba segura de tener la suficiente imaginación como para dedicarme a escribir novelas, decidí hacerme periodista. El periodismo se me antojó la profesión ideal: la manera de poder vivir de la escritura. La forma más honesta de ser escritor profesional. Aquello era a finales de los noventa. Naturalmente yo entonces no tenía ni idea de que la tecnología que ahora estoy utilizando iba a quebrar el tradicional modelo de negocio de la prensa escrita y que a partir de entonces iba a ser muy difícil ganarse la vida con ello.
Hace doce años que trabajo como periodista, además de traductora y correctora editorial y productora de cine. Hace doce años que trabajo como freelance. Ha sido por exigencias del guión, pero he descubierto que me gusta. Aún trato de ganarme la vida con ello. También escribo poemas y cuentos infantiles, de los que en algún momento tendrán noticia por aquí. Hago fotografías, filmo vídeos. Pertenezco a una generación ecléctica y este es también un medio ecléctico, como los tiempos. He estado casada y tengo un hijo de cinco años con el que vivo.