Eleanor Roosevelt fue tan importante para el New Deal, el proyecto politicoeconómico de corte socialdemócrata que se llevó a cabo en EE.UU. después de la Gran Depresión, como su propio marido, el presidente Franklin D. Roosevelt, que se llevó los laureles. Pero, más allá de su dimensión política, fue una mujer que trató denodadamente de ser ella misma por encima de las poderosas convenciones de clase y de género. Una figura enormemente atractiva y estimulante según el retrato que de ella hace el profesor de la Eastern Washington University J. William T. Youngs en la biografía Eleanor Roosevelt, que acaba de traducirse al español.
En su libro, Eleanor Roosevelt parece radicalmente distinta a cualquier otra Primera Dama en la historia de los Estados Unidos…
Su principal diferencia respecto a otras primeras damas, entonces y ahora, radica en su habilidad para contactar con la gente en todos los ámbitos de la vida, ya fueran mineros, periodistas, granjeros o banqueros. Fue, por ejemplo, la primera Primera Dama en celebrar ruedas de prensa. Y era muy accesible y amigable en aquellos encuentros, ¡incluso se sentaba entre los periodistas y llevaba galletas para todo el mundo! Pero, al mismo tiempo, facilitaba importante información a los reporteros, que eran mujeres. Las mujeres no tenían permitido entonces asistir a las conferencias de prensa del Presidente, así es que ella decidió convocar estas conferencias sólo para mujeres. (…)
Entrevista con J. William T. Youngs publicada en el suplemento Cultura/s de La Vanguardia. Leer entrevista completa aquí.