Reseña del último ensayo de Jordi Pigem, Conciencia o Colapso, para el suplemento Cultura/s de La Vanguardia.
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Lo más destacable de Conciencia o colapso, el último libro del filósofo y escritor Jordi Pigem (Barcelona, 1964), es su espíritu disidente: la defensa de un nuevo paradigma de conocimiento (o, más bien, otro, porque no es propiamente nuevo), que se expresa tanto en el contenido como en la forma del ensayo, que se abre con una suerte de poema en prosa–manifiesto que resume la propuesta del libro y que, a su vez, constituye el índice de su contenido. Pero antes de seguir describiendo la forma de este ensayo y para que el lector me entienda y no nos abandone, vuelvo al contenido y a contar brevemente cuál es la propuesta o la tesis de Pigem.
Este especialista en nuevos paradigmas de la ciencia sostiene que vivimos bajo una suerte de encantamiento que se manifiesta a través de un mundo en el que imperan la mentira y la manipulación por parte del poder y en el que la realidad está siendo progresivamente sustituida por su representación, léase hoy, por el ámbito digital y las pantallas, y lo que sería su máxima expresión: la IA, que Pigem no traduce como Inteligencia Artificial sino como Invasión Algorítmica, y cuyo objetivo y resultado final es sustituir lo que es humano, vivo y espontáneo por lo que es programable, mecánico y controlable. Pigem achaca esta deriva al dominio contemporáneo de lo que él denomina la “mente algorítimca” que, a su vez, filosóficamente hunde sus raíces en la racionalidad cartesiana o conceptual, progresivamente desconectada de la vida. No se trata aquí de impugnar la razón, sino de recordar sus límites, como han venido haciendo filósofos, científicos y poetas a lo largo de los últimos dos siglos, de Nietzsche a Ortega, pasando por Maslow, Goethe y una larga nómina referida por el autor. Junto a esta mente algorítmica, vinculada a una razón puramente instrumental o conceptual, hallamos una “mente holística”, complementaria aunque progresivamente desterrada, vinculada a una “razón intuitiva” y que contempla y comprende la vida como un todo dinámico e interdependiente. Se alinea así Pigem con los últimos hallazgos de la neurociencia y con lo que ya intuyeron grandes autores del pasado de distintas tradiciones. Es hora, dice Pigem, de decidir si queremos seguir adentrándonos en el mundo de control, deshumanización y pérdida de sentido al que nos conduce la mente algorítmica o volver a recuperar la plena presencia en el aquí y el ahora al amparo de la mente holística, y con ello un mundo mucho más humano, vibrante y pleno de sentido.
El dinamismo y la interrelación propios del paradigma de conocimiento al que apela Pigem tiene su particular traducción en el carácter interdisciplinar del pensamiento del autor, que combina filosofía, psicología, neurología, ecología y política, así como la propia estructura del libro, como descubrirá el lector al ver el modo en que cada capítulo se vincula con el siguiente. Destaca también su gran capacidad divulgativa, con una prosa ágil y clara, así como un estilo intenso, en ocasiones metafórico, algo especialmente llamativo en un género como el ensayo. Imprescindible.














